Después de colorear unos dibujos muy "dulces", prepararon una receta de cupcakes de vainilla siguiendo los pasos uno a uno:
Tan solo hizo falta un poquito de ayuda con la levadura y para meter la mezcla en los moldes:
Y mientras las magdalenas se horneaban, nada mejor que aprender una nueva canción:
y leer dos libros muy divertidos sobre la cocina y los alimentos:
Cuando por fin las magdalenas salieron del horno, los niños se metieron manos a la obra con la decoración:
El resultado fue así de espectacular...pero claro, duró poco ya que enseguida niños y mayores...¡hincaron el diente!
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